Me encante por todo lo que comencé a aprender
Me dirijo a las futuras madres en busca de una doula para su parto, no podría escribir una simple y corta opinión sobre el trabajo de Yelenia, me es imposible, pero tratare de ser breve.
Mi primer contacto con Yeel (así la llamaré con cariño) fue cuando estaba en la espera de mi bebe, ella desinteresadamente al ver mi inquietud sobre temas de embarazo me invitó un café para platicar, al reunirme con ella comenzó a hablarme de cosas como el parto natural, lactancia, estilos de crianza, porteo, libros, en realidad me estaba hablando en chino, me di cuenta que no tenía ni la menor idea de lo decía ella con tanta naturalidad y experiencia, más tarde decidimos reunirnos con su familia, tuve la oportunidad de conocer a su hijo, un niño tan seguro de sí mismo, obedeciendo a sus padres, curioso por ver el mundo pero con la seguridad que le da el saber que sus padres estaban ahí, me encanto tanto ver eso que al despedirme de ella corrí a buscar en internet y en los libros todos los términos que ella utilizó.
Me encante por todo lo que comencé a aprender, Yeel sin imaginarse que tan lejos llegaría (en ese entonces porque supongo que ya tenía en mente llegar a ser doula) me abrió un camino de información gracias al cual borre por completo mitos de mi experiencia.
Al decidir tener a mi bebe en una institución privada la ginecóloga me menciona que es una buena opción que me acompañara una doula en el parto, por lo cual al escribir mi plan de parto incluí una doula, (pero en realidad no tenía idea del papel de una doula) comenté en un grupo de mamis sobre querer tener una doula o acompañante en mi parto y Yeel se ofreció a acompañarme (en ese momento ella estaba a unas semanas de comenzar su certificación) y acepte, ya que se había convertido en una de las personas que más confianza y seguridad me inspiraban.
Entonces llega el gran día, comienzan mis contracciones, llamó a la doctora, llego al hospital y las cosas no me salen como lo pensé, nos vamos a cesaría, yo sentía decepción por qué mi plan era un parto natural, tenía miedo a la anestesia, a la operación, al quirófano, a que el bebé estuviera bien, pero Yeel siempre estuvo ahí dándome la mano, apoyo, seguridad y eliminando mis miedos, con una gran empatía de mamá a próxima mamá, me hizo ver que en ese momento no importaba la forma en que él Bebe llegara, si no que llegara sano y salvo a mis brazos y puedo decir que los nervios desaparecieron y disfrute tanto la llegada de mi bebe.
Yeel no solo fue un apoyo para mí, también estuvo ahí para papá (cuidando no se desmayara). Ya en recuperación, con mi bebé en brazos, siempre estuvo ahí, esperando a que mi pequeño quisiera comer, cuando eso ocurrió ella me enseñó paso a paso cómo tomarlo, como ofrecerle el pecho, como debía ser su agarre, y todo lo necesario para comenzar con mi lactancia y así fue, mi bebé y yo aprendimos con su ayuda.
Entonces entendí que es una doula, es una mujer que apoya y da confianza física y psicológicamente antes, durante y después del parto. Sin duda alguna hay personas que tiene vocación para hacer las cosas y Yeel tiene una gran vocación, realizó el papel de doula estando a una semana de iniciar su certificación y esto lo digo porque dejo claro que tiene el corazón, la vocación y la casta para hacerlo. No me queda más que agradecer su tiempo, paciencia y amor por lo que hace, mi experiencia no hubiera sido igual sin ella.